domingo, 25 de diciembre de 2011

Huellas (Poema) Carlos Jeremías Girón

´
Huellas
Por Carlos Jeremías Girón R.


Cada paso sin huella
es pérdida de tiempo 
y cada huella 
es un paso bien dado.


Por eso ahora 
que te pienso,
en cada recuerdo
reconozco tu huella.


No se donde estás
ni quiero saberlo
por el puro miedo
de ir a buscarte.


En este camino
tan ancho y largo
hay muchas huellas
unas tuyas otras mías.


Me doy cuenta ahora
que caminamos mucho
sin sentido ni razón y
que cansados nos perdimos.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Cuentos breves y escalofriantes

Tomando en cuenta que estos cuentos, son prosas, las incluimos en este blog, aunque adquieren el derecho a estar en cualquier publicación de literatura no solo por la firma de sus creadores, si no el dominio demostrado para resumir en tan breve relato toda una historia y de más con el golpe del cierre...

Decía Cortázar que si la novela —construcción sofisticada y de largo aliento— gana por puntos, el cuento gana por knock-out. "Un buen cuento es incisivo, mordiente, sin cuartel desde las primeras frases".

Si la contundencia es la clave para los cuentos en general, lo es más todavía para los microrrelatos. Aquí, una muestra de estas breves obras maestras del efecto sorpresa:

"Final para un cuento fantástico"
de I. A. Ireland

—¡Que extraño! —dijo la muchacha avanzando cautelosamente—. ¡Qué puerta más pesada! La tocó, al hablar, y se cerró de pronto, con un golpe.
—¡Dios mío! —dijo el hombre—. Me parece que no tiene picaporte del lado de adentro. ¡Cómo, nos han encerrado a los dos!
—A los dos no. A uno solo —dijo la muchacha. Pasó a través de la puerta y desapareció.

"Fantasma sensible", 
de Lieu Yi-King

Un día, cuando se dirigía al excusado, Yuan Tche-yu fue protagonista de un hecho singular. A su lado surgió un fanatasma gigantesco, de más de diez pies de altura, de tez negra y ojos inmensos, vestido con una casaca negra y cubierto con un bonete plano.
Sin turbarse de modo alguno, Yuan Tche-yu conservó su sangre fría.
—La gente suele decir que los fantasmas son feos —dijo con la mayor indiferencia, dirigiendo una sonrisa a la aparición—. ¡Y tienen toda la razón! El fantasma, avergonzado, se eclipsó.

"Escalofriante", 
de Thomas Bailey Aldrich

Una mujer está sentada sola en una casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Tocan la puerta.
Al caer de la tarde, dos desconocidos se encuentran en los oscuros corredores de una galería de cuadros. Con un ligero escalofrío, uno de ellos dijo:
—Este lugar es siniestro. ¿Usted cree en fantasmas?
—Yo no —respondió el otro—. ¿Y usted?
—Yo sí —dijo el primero y desapareció.

Este relato pertenece, supuestamente, a un escritor inglés llamadoGeorge Loring Frost y fue incluido por Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo en su famosa antología de narrativa fantástica. Se sospecha, sin embargo (y no sería nara raro teniendo en cuenta no solo el gusto por la literatura fantástica, sino también por las bromas literarias de estos amigos escritores), que el autor real es el propio Borges.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Poema - La sombra - Mabel Braco


Mabel Braco (Argentina)

Hoy, pensando en mañana
volví a vivir
la edad del sol,
apenas la sombra de una leyenda.
Pensando en ti
pienso en mañana,
en tu futuro y el mío
en tu edad
y en la que fue mía,
en tu presente...
y en mi pasado,
en tu historia viva
y en la leyenda de mi historia.
Pensando en ti, escribo
para que mañana leas
porque ese día de mañana
seré apenas…
la sombra de un recuerdo.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Poema - Para antes de un adiós - Carlos Jeremías Girón R.



Por Carlos Jeremías Girón R.

En el vértice del tiempo
giro y callo,
para no mencionar
tu nombre,
vuelvo
sobre mis huellas borrosas
en la bruma
del reloj
que mata los segundos.

Mil palabras
en silencio sepultadas
entre la verdad incierta
de tanta calma
y tanto desconsuelo
forman
mi canción para ti
en esta hora
de tu ausencia
de todos los días.
Con toda
y sin ninguna distancia
siguen enredándose
nuestras palabras
para decir mucho,
pero no todo,
mientras el alma
se enternece angustiada
por saber que estás cerca
para no ser mía.

El  cielo taladrado
por aves obscuras
se desangra
en las noches estrelladas.
San Pedro Sula  9-4-89

jueves, 8 de diciembre de 2011

(Prosa) - Una lágrima por el pasado - J. Ant. Zuniga A.

Chichigalpa, Nicaragua.

José Antonio Zuniga Avellán (Nicaragua)

* * * * *

Hay unas huellas en mi camino incierto, unas huellas descalzas que me guían hacia un mundo que yo creía muerto y que revive a través de mi agonía.
Resuenan como yendo hacia el futuro y borran tras de sí todo vestigio, toda carne que se pudre entre los muros del fúnebre portal del cementerio.
El rumor que acaricia los portales es mi pasado recordado en blanco y negro, abismado confín, allá en mi pueblo escenas ahogadas, fotos falsas, y el laurel viejo en la casa de mi padre ya no resucita su sombra fresca.
Y mi pueblo ya no existe en ningún mapa, el mapa era yo mismo y lo he matado. Tú misma te mataste Chichigalpa hace ya tiempo que tu ya estabas muerta y hoy te suplanta una figura extraña.
Hoy la muerte es una melodía que se apaga un espedir al mundo hasta quedarse sordo, un reloj que no dice la verdad, un mástil roto de guitarra que espera
el último lamento con herrumbrosas cuerdas en una casa sola.
Esta mañana desperté llorando.
Están callados todos los ruidos de mi vida.
En el aire hasta el oxígeno se arrala mientras los hospitales se llenan de dolor.
Y la alegría de los niños invisibles que habitan las esquinas como sombras están callando a gritos.
Y, sin embargo, la vida sigue palpitando como tambor que arranca los gemidos es como el tic tac de un corazón llorando porque agonizan sus latidos.
Aún con el espíritu roto, pido al Cielo que tenga veinte años menos para siempre, y que escuches la canción secreta que mi madre hizo cuando era un niño entre sus brazos.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Y hoy lo es porque gana el importante Premio Cervantes.
Parra poeta chileno destacado que en algún momento comenzó a auto llamar a su obra antipoemas y lo cierto es que esos antipoemas fueron importantísimos en la transformación de la producción de los poetas de los 60 especialmente por su estilo cargado de sentido de lectura y la ruptura de leyes o cánones con humor y alegría.

Una breve reseña sobre este gran escritor chileno es la siguiente:
Poeta, cuentista y ensayista chileno nacido en San Fabián de Alico, en 1914.
Aunque perteneció a una sencilla familia campesina, heredó de sus padres una gran sensibilidad artística. 
Después de sus estudios básicos, se recibió como profesor de Matemáticas en el Liceo de Chillán y en la Universidad 
de Chile, en 1938. 
Durante varios años estuvo radicado Estados Unidos e Inglaterra, gracias a becas otorgadas por institutos privados. 
Regresó a Chile en 1951.
Desde 1937 incursionó en el cuento y el ensayo, manteniendo viva su vocación poética de tono evocativo y sentimental, 
como se puede observar en «Cancionero sin nombre» de 1937. Con el paso de los años adoptó una línea que él mismo 
denominó "antipoesía", cuya muestra más sorprendente se observa  en «Poemas y antipoemas» de 1954. 
En 1969 recibió el Premio Nacional de Literatura de Chile, por «Obra gruesa». En 1991 fue galardonado por segunda 
vez en su país y luego obtuvo  el Premio Internacional Juan Rulfo. En 2011 su obra fue reconocida con el máximo 
galardón de la lengua castellana  "El Premio Cervantes" .
Su obra ha sido traducida a numerosos idiomas.

Esta es una muestra de su poesía:

Test

Qué es un antipoeta:
un comerciante en urnas y ataúdes?
un sacerdote que no cree en nada?
un general que duda de sí mismo?
un vagabundo que se ríe de todo
hasta de la vejez y de la muerte?
un interlocutor de mal carácter?
un bailarín al borde del abismo?
un narciso que ama a todo el mundo?
un bromista sangriento
deliberadamente miserable?
un poeta que duerme en una silla?
un alquimista de los tiempos modernos?
un revolucionario de bolsillo?
un pequeño burgués?
un charlatán?

un dios?

un inocente?

un aldeano de Santiago de Chile?
Subraye la frase que considere correcta.

Qué es la antipoesía:
un temporal en una taza de té?
una mancha de nieve en una roca?
un azafate lleno de excrementos humanos
como lo cree el padre Salvatierra?
un espejo que dice la verdad?
un bofetón al rostro
del Presidente de la Sociedad de Escritores?
(Dios lo tenga en su santo reino)
una advertencia a los poetas jóvenes?
un ataúd a chorro?
un ataúd a fuerza centrífuga?
un ataúd a gas de parafina?
una capilla ardiente sin difunto?

Marque con una cruz
la definición que considere correcta.

Es Olvido


Juro que no recuerdo ni su nombre,
mas moriré llamándola María,
no por simple capricho de poeta:
por su aspecto de plaza de provincia.
¡Tiempos aquellos!, yo un espantapájaros,
ella una joven pálida y sombría.
Al volver una tarde del Liceo
supe de la su muerte inmerecida,
nueva que me causó tal desengaño
que derramé una lágrima al oírla.
Una lágrima, sí, ¡quién lo creyera!,
y eso que soy persona de energía.
Si he de conceder crédito a lo dicho
por la gente que trajo la noticia
debo creer, sin vacilar un punto,
que murió con mi nombre en las pupilas,
hecho que me sorprende, porque nunca
fue para mí otra cosa que una amiga.
Nunca tuve con ella más que simples
relaciones de estricta cortesía,
nada más que palabras y palabras
y una que otra mención de golondrinas.
La conocí en mi pueblo (de mi pueblo
sólo queda un puñado de cenizas),
pero jamás vi en ella otro destino
que el de una joven triste y pensativa.
Tanto fue así que hasta llegué a tratarla
con el celeste nombre de María,
circunstancia que prueba claramente
la exactitud central de mi doctrina.
Puede ser que una vez la haya besado,
¡quién es el que no besa a sus amigas!,
pero tened presente que lo hice
sin darme cuenta bien de lo que hacía.
No negaré, eso sí, que me gustaba
su inmaterial y vaga compañía
que era como el espíritu sereno
que a las flores domésticas anima.
Yo no puedo ocultar de ningún modo
la importancia que tuvo su sonrisa
ni desvirtuar el favorable influjo
que hasta en las mismas piedras ejercía.
Agreguemos, aún, que de la noche
fueron sus ojos fuente fidedigna.
Más, a pesar de todo, es necesario
que comprendan que yo no la quería
sino con ese vago sentimiento
con que a un pariente enfermo se designa.
Sin embargo sucede, sin embargo,
lo que a esta fecha aún me maravilla,
ese inaudito y singular ejemplo
de morir con mi nombre en las pupilas,
ella, múltiple rosa inmaculada,
ella que era una lámpara legítima.
Tiene razón, mucha razón, la gente
que se pasa quejando noche y día
de que el mundo traidor en que vivimos
vale menos que rueda detenida:
mucho más honorable es una tumba,
vale más una hoja enmohecida,
nada es verdad, aquí nada perdura,
ni el color del cristal con que se mira.

Hoy es un día azul de primavera,
creo que moriré de poesía,
de esa famosa joven melancólica
no recuerdo ni el nombre que tenía.
Sólo sé que pasó por este mundo
como una paloma fugitiva:
la olvidé sin quererlo, lentamente,
como todas las cosas de la vida.

Último Brindis

Lo queramos o no
sólo tenemos tres alternativas:
el ayer, el presente y el mañana.

Y ni siquiera tres
porque como dice el filósofo
el ayer es ayer
nos pertenece sólo en el recuerdo:
a la rosa que ya se deshojó
no se le puede sacar otro pétalo.

Las cartas por jugar
son solamente dos:
el presente y el día de mañana.

Y ni siquiera dos
porque es un hecho bien establecido
que el presente no existe
sino en la medida en que se hace pasado
y ya pasó...
como la juventud.

En resumidas cuentas
sólo nos va quedando el mañana:
yo levanto mi copa
por ese día que no llega nunca
pero que es lo único
de lo que realmente disponemos.


jueves, 1 de diciembre de 2011

Poema 20 - Pablo Neruda

Por Pablo Neruda (Chile)

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche esta estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.